Las personas no siempre basamos nuestras decisiones de ahorro e inversión en criterios eminentemente racionales, o lógicos, sino que en muchas ocasiones vemos limitada nuestra racionalidad por diferentes factores. […]
Las personas no siempre basamos nuestras decisiones de ahorro e inversión en criterios eminentemente racionales, o lógicos, sino que en muchas ocasiones vemos limitada nuestra racionalidad por diferentes factores. […]