Nota
Técnica
Número 15
Septiembre 2014
B20612-2014
Regulación EMIR y su impacto en la transformación del negocio de los derivados OTC
Enric Ollé
Las diferentes iniciativas regulatorias surgidas a raíz de la crisis financiera están teniendo un gran impacto en el negocio de distribución de derivados OTC, que está en pleno proceso de transformación. El aumento en la estandarización de productos, una mayor relevancia de los procesos post-trade y la competencia de nuevos players, están llevando a las entidades financieras a ampliar su oferta de servicios para retener clientes y mantener los márgenes obtenidos en la era ‘pre-regulatoria’.
El presente artículo describe los principales impactos de EMIR, en especial en torno a la compensación y gestión de colaterales, tanto para el sector financiero como no financiero, así como los retos y oportunidades que surgen en este nuevo escenario.
Introducción
La desregulación, la poca transparencia y el inmenso tamaño del mercado de derivados OTC han sido situados entre las principales causas de la reciente crisis financiera y, en especial, de amplificar dicha crisis a raíz de la quiebra de Lehman Brothers en 2008 y la excesiva exposición que las entidades financieras tenían entre sí. La respuesta del legislador ha sido un aumento drástico de la regulación, en especial, en torno a la gestión de derivados OTC.
Como punto de partida, el G20 sentenció el 26 de septiembre de 2009 en la cumbre Pittsburg que “…todos los derivados OTC estandarizados deberán ser negociados en mercados o plataformas electrónicas…compensados a través de cámaras de contrapartida central (CCP)… y ser reportados a Trade Repositories. Los derivados OTC no compensados estarán sujetos a mayores requerimientos de capital…”. En Europa, dicho mandato ha tomado forma en la regulación European Market Infrastructure Regulation (EMIR), que entró en vigor el 16 de agosto de 2012, mientras que en Estados Unidos lo ha hecho en la Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act (DFA), firmada por el presidente Obama el 22 julio de 2010, concretamente en el Título VII. El resto de jurisdicciones de países miembros del G20 deberá implantar regulaciones equivalentes para dar respuesta a este mandato.
A alto nivel, los principales impactos de EMIR son los siguientes:
• Obligatoriedad de compensar derivados OTC estandarizados a través de una cámara de contrapartida central (CCP) para entidades financieras (FC) y entidades no financieras con un volumen de derivados OTC bilaterales, vivos y cuya finalidad no sea la de cobertura financiera, por encima del umbral de compensación definido (NFC+).
• Obligatoriedad de reportar a Trade Repositories todos los derivados contratados, tanto OTC como ETD1. Esta obligatoriedad aplica tanto a entidades financieras (FC) como no financieras (NFC/NFC+). Adicionalmente, FC y NFC+ también deben reportar diariamente la valoración MtM2 de las operaciones, así como el colateral utilizado.
• Implantación de técnicas de mitigación de riesgos para derivados OTC bilaterales (no compensados):
o Confirmación en un plazo máximo de 1 día hábil para FC/NFC+ y 2 para NFC.
o Conciliación de carteras entre contrapartidas, con una frecuencia desde diaria hasta anual, en función del volumen de contratos vivos y el tipo de contrapartida. Los procedimientos de conciliación deberán ser acordados de forma bilateral entre contrapartidas.
o Procedimientos acordados de resolución de disputas entre contrapartidas.
o Obligatoriedad de intercambiar colaterales para mitigar el riesgo de contrapartida para FC y NFC+.
o Procedimientos para analizar periódicamente la conveniencia de realizar una compresión de carteras entre contrapartidas.
En paralelo a EMIR, hay que considerar también otras regulaciones que, poniendo el foco en la gestión del riesgo de contrapartida, incentivan el movimiento hacía la compensación de derivados OTC. Por un lado, los “Margin requirements for non-centrally cleared derivatives”, acordados por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS) y la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), definen el marco para el intercambio tanto de Variation como de Initial Margin asociados a derivados no compensados, de forma que estos productos estarán sujetos a mayores requerimientos de colateral respecto a productos compensados con idénticas características. Por otro lado, la Directiva de Requerimientos de Capital (CRD IV), ‘castiga’ el uso de derivados OTC bilaterales con requerimientos de capital más elevados.
Está por ver si esta ola regulatoria va a mejorar la estabilidad del sistema financiero, pero de lo que no hay duda es del enorme impacto que está teniendo en la industria, tanto en el sector sell-side como buy-side. Los modelos de negocio ligados a la distribución de derivados OTC están moviendo el foco del pre-trade al post-trade, con la aparición de nuevos servicios para captar y retener clientes y con la irrupción de nuevos players que, en este nuevo escenario, compiten de forma directa con las entidades financieras.
El presente artículo se centra en los dos requerimientos de EMIR con más impacto en la transformación del negocio de distribución de derivados OTC: compensación y gestión de colaterales.
Compensación de derivados OTC: el reto de acceder a las CCP
La compensación de derivados OTC es ya, antes que la obligatoriedad haya entrado en vigor en muchas partes del mundo, una práctica extendida. Según un estudio de ISDA3, a finales de 2013 un 65% del volumen de derivados de tipos de interés ha sido compensado, mientras que del 35% restante, una gran mayoría son productos o bien no elegibles actualmente para compensar (Swaptions, Cross Currency Swaps, Opciones o Swaps de Inflación), productos elegibles pero sobre un subyacente o divisa no compensable u operaciones con contrapartidas exentas de compensación.
Figura 1: Derivados tipos de interés compensados vs no compensados a 31/12/2013 |
Fuente: LHC Clearnet, CMS Group0, JSCC, DTCC, BIS |
En esta línea, según otro estudio de ISDA equivalente4, se estima en menos de un 10% el volumen de derivados OTC de tipos de interés que, siendo potencialmente compensables, no han sido compensados.
Figura 2: Análisis descomposición derivados tipos de interés bilaterales a 30/06/2013 |
Fuente: BIS, DTCC, LCH, SwapClear, CME, JSCC, TriOptima |
Esta tendencia se va a acentuar todavía más a medida que maduren los cambios regulatorios, estimando que alrededor del 70% de todos los derivados OTC serán compensados. Sin embargo, pese al volumen aparentemente residual de derivados que seguirán siendo bilaterales, éstos van a desarrollar una función muy importante. Adicionalmente a la dificultad de estandarización de ciertos productos y a la existencia de grupos exentos de compensación, es indudable que va a continuar existiendo demanda de derivados ‘a medida’ ya que, en caso contrario, si sólo existen derivados estandarizados, muchos agentes económicos cubrirían sus riesgos financieros de forma imperfecta, incurriendo por tanto en riesgo de base o, peor aún, no los cubrirían, lo que puede tener efectos muy dañinos para la economía. Según una publicación de BCBS y IOSCO5, sobre un 25% de derivados de tipos de interés, un 33% de CDS y una proporción significativa de otros tipos de derivados OTC continuaran siendo bilaterales.
Una pregunta muy habitual sobre la obligatoriedad de compensar derivados OTC estandarizados, es ¿qué se entiende por estandarizado? Esta definición recae sobre ESMA (European Securities and Markets Association), que mantendrá la relación en un registro público y se realizará bajo dos enfoques diferentes: por un lado, top down, donde ESMA determina los productos considerados estándar, a partir de criterios como la estandarización, complejidad o liquidez y, por otro, bottom up, donde las CCP, en su particular lucha por ganar cuota de mercado, van a ofrecer la compensación de nuevos productos que les ofrezca una oportunidad comercial. Una vez autorizado por la autoridad competente, se notificará a ESMA, que evaluará la conveniencia de incluir el nuevo producto compensable en la lista de productos estandarizados. Los primeros productos a compensar obligatoriamente (fecha estimada: Q3-2014) se determinarán una vez las CCP sean reconocidas y autorizadas en la UE.
Figura 3: Muestra de productos aptos para compensar |
Fuente: Public register for the Clearing Obligation under EMIR |
Retos y oportunidades para el sector financiero
La compensación de derivados OTC plantea para las entidades financieras dos grandes retos. Por un lado, como FC, la obligación de compensación les afecta de lleno y, por tanto, deben asegurar el acceso al mercado de derivados compensados, ya sea vía miembros directos de las CCP o vía relaciones con otros bancos que hagan las funciones de Clearing Broker. Por otro lado, el reto más importante que plantea el movimiento hacia la compensación central es ser capaces de ofrecer a los clientes soluciones a las necesidades que surgen en este nuevo escenario.
En un contexto donde los productos van a tender hacia la estandarización, los servicios post-trade alrededor de los requerimientos regulatorios se vislumbran como principal factor diferencial y como palanca para captar nuevos clientes y fidelizar a los existentes. En otras palabras, las necesidades del cliente van a estar menos ligadas al producto financiero en sí y más al acceso a la compensación, a la capacidad de gestionar el colateral requerido y de transformar los activos del cliente (posiblemente no elegibles) en colateral elegible por la CCP, confirmar el derivado en D+2, reportar a Trade Repositories, etc…
La competitividad en precio deberá complementarse forzosamente con servicios que den respuesta a estas necesidades y, en este contexto, una de las principales oportunidades que subyacen para la banca es la de transformar las áreas de operaciones de unidades de coste a unidades de generación de ingresos para la entidad.
Figura 4: Cambio de modelo de negocio bilateral vs compensado |
Fuente: Lloyds Bank: Collateral Management – Looking forward |
La incógnita que plantea para las entidades financieras este cambio de modelo de negocio está en confirmar si los nuevos ingresos ligados a la nueva oferta de servicios post-trade van a ser suficiente para compensar la presumible pérdida de margen en la actividad de Front-Office debido a la estandarización de productos.
En la misma línea, un artículo de Oliver Wyman de 20126 sentencia: “,i>A greater proportion of economic profit will come from the infrastructure supporting clearing, collateral management and service delivery… Banks will be competing with other infrastructure providers to win these earnings streams…banks are seeking to ‘lock in’ corporate and retail client business by delivering more integrated platforms.
”
En efecto, los bancos van a competir no sólo entre sí, sino también contra otros proveedores de infraestructura de mercado, como cámaras de compensación, bancos custodios, depositarios de valores, Trade Repositories y otros que ven como esta necesidad de servicios post-trade brinda una oportunidad única para incrementar sus fuentes de ingresos.
Figura 5: Nuevas oportunidades de negocio por tipo de entidad |
Source: Oliver Wyman analysis |
La decisión de ser miembro compensador de una CCP o acceder vía Clearing Broker vendrá determinada, en primer lugar, por la estrategia de compensación de la entidad. Los bancos cuyo objetivo sea dar servicios de clearing a terceros deberán ser miembros de la CCP sobre la que quieran dar este servicio. Por contra, para los bancos que únicamente requieran compensar cuando van a mercado, ambas soluciones son válidas, siendo el coste uno de los principales factores de decisión.
Hay que tener en cuenta que el coste de ser miembro compensador de una CCP (siempre y cuando se cumplan las exigentes condiciones de aceptación) es alto. Por un lado, están los elevados requerimientos de colateral, donde, a parte de los habituales Variation e Initial Margin, vinculados a la cartera compensada, hay que incluir el Default Fund Contribution, cuyo objetivo es mutualizar pérdidas en el caso de quiebra de uno de los miembros compensadores, y el Additional Margin donde, con criterios poco claros, las CCP pueden pedir mayor colateral a sus miembros en situaciones estresadas de mercado. Por otro lado, están los costes estructurales por ser miembro de la cámara, comisiones, etc… y el coste asociado a procesos y sistemas, con importantes adaptaciones tecnológicas como la conectividad con plataformas de afirmación (p.e. MarkitWire), adaptaciones en los sistemas para gestionar la interacción con la CCP (Margin Calls, liquidaciones, conciliaciones, etc…) o la creación de herramientas y procesos para realizar pruebas de FireDrill periódicas para simular la quiebra de un miembro compensador y el posterior proceso de subasta de su cartera.
Como alternativa, el uso de Clearing Brokers puede ser una buena solución para entidades con una cartera pequeña de derivados OTC, que no compense la inversión requerida para ser miembro compensador o incluso para aquellas entidades que no cumplen los estrictos criterios de aceptación a las CCP con mayor liquidez. En este caso, es práctica habitual trabajar con al menos dos Clearing Brokers, para introducir competencia y para garantizar la portabilidad en caso de quiebra de uno de ellos. El acceso al mayor número posible de productos y contrapartidas serán factores clave en la selección de Clearing Brokers.
En el caso de los bancos que ejercen de sell-side para otras FC, además del acceso directo a la CCP, deberán establecer procedimientos para realizar Client Clearing si quieren seguir ofreciendo estos productos a sus clientes. Esto implica que responden por el cliente ante la CCP y, por tanto, deberán gestionar el colateral requerido por la cámara, segregando sus activos de los de sus clientes, para facilitar, en caso de quiebra, la transmisión de las posiciones y activos del cliente a un miembro compensador solvente. Como veremos más adelante, alrededor del Client Clearing se pueden definir un conjunto más extenso de servicios de mayor valor añadido. Lógicamente, la implantación de estos servicios tiene un alto coste en procesos y sistemas, que sólo un volumen de negocio de escala puede soportar.
Como caso particular, están los bancos en los que, no siendo habitual ejercer de sell-side para otros bancos, son el proveedor natural de las FC de su grupo financiero (fondos de inversión, aseguradoras, fondos de pensiones…) y que, por tanto, van a estar obligadas a compensar. En este caso, es necesario buscar soluciones tácticas para realizar Client Clearing, como, por ejemplo, utilizar la infraestructura de otros proveedores que ofrecen sus plataformas en formato White Label para sus propios clientes. En cualquier caso, estos bancos deberán ser miembros de las CCP sobre las que quieran dar este servicio.
Retos y oportunidades para el sector no financiero
Los requerimientos de EMIR para las entidades que operen con derivados OTC implican un conjunto de actividades que no forman parte del día a día de las entidades no financieras. Dichos requerimientos son muy diferentes en función de si la entidad supera o no el umbral de compensación (NFC+ vs NFC), teniendo las NFC+ un tratamiento prácticamente equivalente al de las entidades financieras. En este sentido, el alto coste que implica convertirse en NFC+ requiere la implantación de procedimientos y herramientas para monitorizar y reportar de forma sistemática si se excede o no el umbral de compensación (1.000M€ nominal bruto de derivados OTC de no cobertura financiera para Equity y Crédito y 3.000M€ para el resto de derivados).
Adicionalmente a monitorizar el umbral de compensación, las NFC van a tener que reportar a los Trade Repositories (de forma directa o delegada) todos los derivados contratados o modificados, confirmar los derivados OTC bilaterales en un plazo de D+2 y realizar conciliación de carteras con las contrapartidas bilaterales. Estas actividades no son naturales para entidades no financieras con un volumen medio/bajo de derivados OTC y, por regla general, van a estar delegadas en la contrapartida financiera.
Por contra, las entidades consideradas NFC+ tienen prácticamente los mismos requerimientos que las FC, es decir, compensación obligatoria de derivados OTC estandarizados, reporting diario a Trade Repositories incluyendo valoraciones MtM y colateral, confirmación de derivados en D+1, superior frecuencia de conciliación de carteras, procedimientos de intercambio de colaterales… En este sentido, la compensación obligatoria plantea el mismo reto que para las FC: garantizar el acceso a las CCP. Por lo general, a no ser que tengan un gran volumen de derivados OTC, las entidades no financieras que requieran compensar van a acceder a las CCP vía un proveedor que ofrezca servicios de Client Clearing, así como que le permitan cumplir con las nuevas obligaciones regulatorias.
En cualquier caso, pese a que sólo las entidades por encima del umbral de compensación (NFC+) están requeridas a compensar, el alto coste que va a tener para el sector sell-side la operativa bilateral, tanto por capital como por colateral requerido, así como otras regulaciones como Dodd-Frank, donde la obligatoriedad de compensación es universal, apunta a que presumiblemente la liquidez va a estar, en el medio plazo, en las CCP.
Colaterales, la gestión de ese bien tan preciado
Un punto común entre las diferentes iniciativas regulatorias analizadas en este documento es el de establecer el intercambio de colaterales como principal mitigador del riesgo de contrapartida. En este contexto, el incremento del colateral que deberán hacer frente las entidades para operar con derivados OTC, tanto compensados como bilaterales, y el aumento del volumen y complejidad de los procesos asociados a la gestión de colaterales, se presentan como los mayores impactos en este nuevo escenario. La búsqueda de eficiencia operacional y la optimización del colateral utilizado se plantean como los principales retos que deberán afrontar las entidades.
Hay que decir que el intercambio de colaterales no es nada nuevo, ya era práctica habitual, especialmente entre entidades financieras, antes de la crisis. Dicho intercambio se limitaba al Variation Margin, para cubrir la exposición por variaciones de valoraciones MtM a nivel de portfolio entre dos contrapartidas que tenían firmado un acuerdo CSA o, en casos excepcionales, se exigía un Independent Amount al inicio de una operación para contrapartidas de mayor riesgo. La entrega de colateral sólo se producía si la exposición superaba el threshold definido en el CSA (generalmente vinculado al rating de la contrapartida), lo que conllevaba una frecuencia de Margin Calls semanal, mensual o incluso superior. La gestión de colaterales era vista por muchas instituciones como un conjunto de procesos operativos residuales, centradas en las áreas de Back-Office y con un alto contenido de procesos manuales y de uso de herramientas ofimáticas. En un contexto donde la liquidez no figuraba entre las principales preocupaciones de los bancos, el principal activo utilizado como colateral era el cash, por su simplicidad operacional y facilidad de movilización. Las entidades vistas como libres de riesgo no eran requeridas para intercambiar colateral.
No hace falta decir que esta situación está cambiando de forma radical. Por un lado, la aparición del Initial Margin requerido por las CCP (y en un futuro también para operativa bilateral) conlleva un aumento considerable del colateral requerido para operar con derivados OTC. Las diferentes estimaciones proyectan cantidades astronómicas que, juntamente con la escasez de colateral de alta calidad disponible, va a implicar, presumiblemente, una contracción del mercado de derivados OTC. Según un estudio realizado en 2012 por el Banco de Inglaterra7, el importe total estimado de Initial Margin requerido se sitúa entre los 200 y 800 billones de dólares.
Figura 6: Estimación Initial Margin requerido para IRS y CDS después de las reformas regulatorias |
Fuente: Bank calculations |
Fuente: Bank calculations |
El Initial Margin tiene como objetivo cubrir la pérdida esperada entre el default de una contrapartida y el tiempo necesario para deshacer la posición en mercado (close-out period). En un incentivo claro hacia la compensación central, el intercambio de Initial Margin va a ser exigido también para la operativa bilateral, incluso con requerimientos más altos ya que, mientras que es habitual que las CCP exijan un Initial Margin considerando un close-out de 5 días, para la operativa bilateral, este periodo deberá ser de 10 días.
Como ejemplo ilustrativo, para un IRS bilateral de 5 años de duración, el requerimiento de Initial Margin estará en torno del 4% sobre el nocional de la operación.
Figura 7: Initial Margin estimado por tipo de producto |
Fuente: BCBS-IOSCO, Margin requirements for non-centrally-cleared derivatives, September 2013s |
Puesto que el Initial Margin se calcula a nivel de portfolio, las entidades que no puedan ‘netear’ sus exposiciones con la CCP se verán más impactadas. Así, mientras que para las que tengan una posición neutral con la CCP, los requerimientos de colateral serán más manejables, para las que tengan posición direccional, las dos patas de la cobertura no estén en la misma CCP o, sobretodo, si cubren por CCP una exposición bilateral, el impacto será mucho más alto, puesto que van a tener que entregar Initial Margin tanto a la CCP como a la contrapartida bilateral.
Hay que tener en cuenta que, mientras que sólo el cash es aceptado por las CCP para cubrir Variation Margin, en el caso de Initial Margin se aceptan también otros activos, siempre y cuando cumplan con los criterios de elegibilidad marcados por las CCP. Las entidades que sean capaces de movilizar sus activos de forma eficiente para hacer frente a estos compromisos de colateral, se van a ver menos impactadas desde un punto de vista de gestión de la liquidez.
Por otro lado, el número de Margin Calls y otros procesos operativos asociados a la gestión de colaterales va aumentar dramáticamente debido, entre otros motivos, a la fragmentación de la operativa entre bilateral y compensada, la separación entre Initial y Variation Margin y la reducción y/o eliminación de thresholds, que implicará una frecuencia de Margin Calls diaria o, incluso, intradiaria. Según un estudio realizado por DTCC8, se estima el incremento de Margin Calls en un 500-1.000%, lo que llevará a las entidades a buscar soluciones para hacer frente a esta situación, ya sea automatizando procesos o externalizándolos a un tercero.
En definitiva, la ‘nueva’ gestión de colaterales se ha vuelto más compleja para hacer frente a las nuevas necesidades. El siguiente mapa funcional muestra los componentes necesarios para una gestión de colaterales avanzada.
Tendencias en optimización de colaterales
Entendemos por optimización de colaterales como un conjunto de procesos que involucran a diferentes áreas y que buscan optimizar los activos utilizados para hacer frente a las diferentes demandas de colateral de la entidad minimizando su impacto en la liquidez. Básicamente, persigue dos objetivos: en primer lugar, la reducción del importe total de colateral requerido, buscando oportunidades de netting y, posteriormente, la entrega del activo ‘cheapest to deliver’ para hacer frente a dicho requerimiento.
Respecto al primer punto, esta responsabilidad directamente recae sobre el Front-Office, que debe decir dónde cierra una determinada operación. Puesto que el Initial Margin se calcula por portfolio, una misma operación puede implicar aumentar la necesidad de colateral en una CCP, mientras que la puede reducir en otra. Las grandes entidades están implantando algoritmos sofisticados que, replicando los modelos de las CCP para calcular el Initial Margin determinan en el pre-trade cuál es la CCP o contrapartida bilateral más beneficiosa para cerrar un derivado OTC. En paralelo, las CCP buscan compensar el máximo número posible de productos, ofreciendo la posibilidad de ‘netear’ exposiciones entre diferentes productos, tanto OTC como ETD, con factores de riesgo comunes, el llamado cross product netting.
Figura 8: Mapa funcional Gestión Colaterales |
Fuente: everis |
En la actualidad, alrededor del 80% del colateral intercambiado es cash, cifra que se ha mantenido estable en los últimos años. Pese a que la principal motivación es la simplicidad operacional, también hay que considerar otros factores como el aumento de compensación central (sólo cash es aceptado como Variation Margin) o los nuevos acuerdos bilaterales de gestión de colaterales (SCSA) que incentivan el uso del cash en la misma divisa sobre la que se tiene exposición como mejor forma de mitigar el riesgo de crédito. Adicionalmente, en el escenario actual de tipos de interés bajos, la diferencia entre entregar cash u otros activos no es tan relevante, pero sin duda lo será una vez los tipos de interés vuelvan a subir. A nivel operativo, muchas instituciones no tienen una visión integral de sus activos elegibles como colateral o son incapaces de movilizarlos para cubrir de forma óptima sus requerimientos de colateral.
La optimización de colaterales es un proceso continúo, paralelo al resto de procesos operativos ligados a la gestión de colaterales, y que va más allá de hacer frente a una determinada Margin Call, ya que debe considerar también la sustitución de colateral cuando haya un activo que pase a ser el más óptimo o ante eventos como, por ejemplo, el pago de cupón de un bono entregado como colateral. El siguiente mapa de procesos ilustra la existencia de estos dos grandes procesos: gestión operativa de Margin Calls y optimización del colateral, que pueden verse de forma independiente y convergen cuando los activos seleccionados deben entregarse para hacer frente a las obligaciones de colateral.
Las herramientas de optimización pueden ir desde un simple motor de reglas hasta algoritmos complejos orientados a maximizar la capacidad de financiación de los activos de la entidad. En cualquier caso, deberán tener una visión integral de las obligaciones de colateral en los diferentes negocios de la organización: derivados OTC (CCP, bilateral), ETD, Repo, Securities Financing y Bancos Centrales, así como de los activos elegibles de la entidad, criterios de elegibilidad y de concentración de las CCP, haircuts, datos de mercado para valorar los activos… .
FFigura 9: Procesos operativos Gestión Colaterales |
Fuente: everis |
Figura 10: Esquema alto nivel optimización de colaterales |
Fuente: everis |
La optimización de colaterales se ha convertido una prioridad estratégica para muchas entidades. Según el ISDA Margin Survey 2014, casi dos tercios de las entidades consultadas optimizan el colateral entregado y, dentro de este grupo, un 76% lo hacen de forma sistemática.
Figura 11: Encuesta estrategia optimización de colaterales por tamaño de entidad a 31/12/2013 |
Fuente: ISDA Margin Survey 2014, ISDA, April 2014 |
Un punto que genera cierta controversia alrededor de la optimización de colaterales es la identificación del área responsable de dichos procesos. Según la misma encuesta, esta función parece estar mejor alineada con el Front-Office, particularmente para entidades grandes y medianas. Por el contrario, una cuarta de los participantes señalan a sus departamentos de Back-Office para gestionar estos procesos. La explicación de este dato radica en la estrategia de optimización, ya que mientras que en los procesos basados en reglas, éstos pueden caer en el Back-Office, la realidad es que, por lo general, la estrategia de optimización está basada en el riesgo de liquidez, costes de financiación, costes de capital u otros factores económicos que son parte del día a día de la sala de tesorería.
Figura 12: Encuesta área responsable optimización de colaterales por tamaño de entidad a 31/12/2013 |
Fuente: ISDA Margin Survey 2014, ISDA, April 2014 |
Las grandes entidades están llevando a cabo inversiones importantes para implantar soluciones complejas de optimización de colaterales, que les genere una ventaja competitiva en este nuevo escenario. Por el contrario, entidades de menor tamaño deberán buscar soluciones más sencillas, ya que difícilmente van a encontrar retorno a una inversión muy elevada. Como alternativa a esta situación está la externalización, ya sea en otras entidades que ofrecen servicios de gestión, transformación y optimización de colaterales como complemento a los servicios de Client Clearing, o bien en servicios tri-party, habitualmente ofrecidos por proveedores de infraestructura de mercado. Mas adelante veremos estos servicios en más detalle.
Implantar vs externalizar
El aumento tanto del volumen como de la complejidad de los procesos asociados a la gestión de colaterales está llevando a las entidades a buscar soluciones escalables que garanticen el cumplimiento de todos los compromisos de colateral de la entidad manteniendo el control sobre los mismos.
Traduciendo este incremento operativo en costes, vemos que la gestión de colaterales se ha vuelto más intensiva en el uso de recursos. Como ejemplo, la figura 13 muestra el número de recursos (FTE) dedicados a procesos asociados a la gestión de colaterales en bancos de tamaño grande y mediano.
Figura 13: Personas asignadas a actividades de gestión de colaterales en bancos grandes y medianos |
Fuente: InteDelta, 2010 |
Ante esta situación, se observa una clara tendencia hacia la implantación de nuevas soluciones tecnológicas y hacia la externalización de procesos, mientras que el uso de herramientas in-house y, especialmente, de herramientas ofimáticas se ven reducidas a la mínima expresión.
FFigura 14: Previsión de futuros enfoques de gestión de colaterales en IT y operaciones |
Fuente: Maximizing Collateral Advantage, Celent, May 2013 |
Otro dato en la misma línea es el uso de la mensajería electrónica para la gestión de colaterales. Mientras que en el ‘viejo’ modelo, el email era el medio más extendido para la gestión de Margin Calls, analizando los resultados del ISDA Margin Survey 2014, vemos una clara tendencia a utilizar mensajería electrónica para automatizar procesos, especialmente en grandes entidades.
Figura 15: Encuesta uso mensajería electrónica en la gestión de colaterales por tamaño de entidad a 31/12/2013 |
Fuente: ISDA Margin Survey 2014, ISDA, April 2014 |
Actualmente, son muchas las entidades que están implantando soluciones de gestión de colaterales que les permitan adaptarse al nuevo modelo y automatizar el número máximo de procesos. Las soluciones disponibles en el mercado son variadas (Calypso, Murex, Lombard Risk Colline, Sungard Apex Collateral, Algo Collateral, 4Sight…) y factores como el volumen de acuerdos y Margin Calls a gestionar, activos a utilizar como colateral, estrategia de optimización, áreas involucradas, arquitectura de integración y costes serán los elementos clave de selección. Como alternativa, una solución válida, especialmente para entidades de menor tamaño y, en general, para el sector buy-side, es la de externalizar procesos a un proveedor adecuado de servicios de gestión de colaterales. Esta externalización puede ser también parcial y complementaria a la implantación de una solución de gestión de colaterales. Por ejemplo, una entidad puede decidir implantar una solución para gestionar internamente los procesos de cálculo y agregación de exposiciones, cálculo de Margin Calls, conciliación de carteras y gestión de disputas y delegar en un proveedor de servicios tri-party la optimización y movilización de los activos a entregar como colateral.
Las principales entidades que ofrecen servicios de gestión de colaterales son, por un lado, los grandes bancos custodios, donde la gestión y financiación de Margin Calls son un complemento natural a su negocio de custodia de valores, procesamiento de acciones corporativas, etc… Dentro de este grupo se encuentran entidades como JP Morgan, BNY Mellon, o BNP Paribas. Los principales clientes de estos servicios son los llamados asset owners, entidades del sector buy-side con una cartera significativa de activos concentrada en pocos bancos custodios (gestoras, aseguradoras…). El acceso a los activos del cliente, la capacidad de movilización de los mismos y la escalabilidad que ofrecen estos proveedores, les hacen los candidatos preferidos para realizar la gestión de colaterales del cliente.
Por otro lado, habría que considerar también los depositarios de valores internacionales (ICSD), básicamente Euroclear y Clearstream, cuyo cliente objetivo es, en este caso, el sector sell-side. El servicio estrella de estas entidades son las redes tri-party, que permiten utilizar los activos autorizados por el cliente de forma automática para cubrir sus demandas de colateral, sin hacer entrega física de los títulos, aplicando los criterios de selección y concentración definidos por el cliente y permitiendo que el cliente opere libremente con los activos, puesto que el servicio actualiza constantemente los activos utilizados como colateral. En otras palabras, el uso de servicios tri-party permite realizar optimización de colaterales reduciendo gran parte de la complejidad operativa asociada a la movilización de activos.
Figura 16: Funcionamiento operativo servicio tri-party |
Fuente: everis |
Una característica atractiva de los servicios tri-party es que no sólo están disponibles para cubrir requerimientos de colateral, tanto bilateral como CCP, sino que el cliente puede utilizarlos también para la operativa de Repo (el famoso triparty Repo), Securities Lending o, incluso, los activos pignorados en Bancos Centrales. Un ejemplo de estos servicios son el Collateral Highway de Euroclear o el Liquidity Hub de Clearstream.
Conclusiones
El negocio de distribución de derivados OTC está en pleno proceso de transformación, a partir de las diferentes iniciativas regulatorias surgidas a raíz de la reciente crisis financiera.
Mientras que en el sector sell-side el principal reto que se plantea es el de adaptar los modelos de negocio para captar y retener clientes con un offering integral que dé solución a las nuevas necesidades, el sector buy-side, en cambio, deberá buscar partners para cumplir con las nuevas obligaciones que no les son naturales: acceder a las CCP, gestionar colaterales, reportar a Trade Repositories, conciliar carteras, etc…
En otras palabras, el foco se está moviendo del pre-trade al post-trade, donde competir va a implicar inversiones importantes y donde nuevos players se están uniendo a la fiesta para pugnar de forma directa con las entidades financieras. Presumiblemente, esta situación va a concentrar de forma drástica el negocio de distribución de derivados en aquellos bancos con un tamaño suficiente para poder hacer frente a dicha inversión.
Por contra, las entidades de menor tamaño deberán encontrar su espacio en este nuevo escenario o, por el contrario, van a verse fuera del negocio de distribución de derivados OTC.
El presente artículo se centra en los dos requerimientos con mayor repercusión de EMIR: compensación central de derivados OTC y gestión de colaterales. Adicionalmente a los retos que plantea la nueva regulación, se analizan también las oportunidades que subyacen en este nuevo escenario y las tendencias observadas en el mercado para hacer frente a los nuevos retos.
Pies de página
1 ETD (Exchange Traded Derivatives): derivados negociados en mercados organizados.
2 Valoración MtM (Mark to Market): valoración de los activos a precios actuales de mercado.
3 Size and Use of Non-Cleared Derivatives Market, ISDA, April 2014.
4 Interest Rates Derivatives: Progress Report on Clearing and Compression, ISDA, February 2014.
5 Non-cleared OTC Derivatives: Their importance to the Global Economy, ISDA, March 2013.
6 Wholesale & Investment Banking Outlook – Decision Time for Wholesale Banks, Oliver Wyman and Morgan Stanley, March 2012.
7 OTC derivatives reform and collateral demand impact, Bank of England, October 2012.
8 Trends, Risks and Opportunities in Collateral Management, DTCC, January 2014.
Bibliografía
Trends, Risks and Opportunities in Collateral Management, DTCC, January 2014
ISDA Margin Survey 2014, ISDA, April 2014
Size and Use of Non-Cleared Derivatives Market, ISDA, April 2014
Non-cleared OTC Derivatives: Their importance to the Global Economy, ISDA, March 2013
Interest Rates Derivatives: Progress Report on Clearing and Compression, ISDA, February 2014
Wholesale & Investment Banking Outlook – Decision Time for Wholesale Banks, Oliver Wyman and Morgan Stanley, March 2012
Margin requirements for non-centrally cleared derivatives, BCBSIOSCO, September 2013
OTC derivatives reform and collateral demand impact, Bank of England, October 2012
Sobre el autor
Enric Ollé, Director responsable de la práctica de Tesorería y Mercados de Capitales de la consultora everis en Barcelona.
La responsabilidad de las opiniones emitidas en este documento corresponden exclusivamente a su autor. ODF no se identifica necesariamente con estas opiniones.
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