Planificador financiero: profesión de presente y de futuro
Se cumplen ahora 20 años de la creación de EFPA España como iniciativa de un conjunto de profesionales vinculados a la formación y al asesoramiento financiero. Una manera magnífica de conmemorar dicha efeméride será el EFPA Congress 20 que se iba celebrar en Madrid en abril de este año, inicialmente aplazado a octubre y finalmente trasladado a abril de 2021, de forma parecida a como se ha hecho con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que también se celebrarán en el año 2021, pero manteniendo el referente de 2020.
Obviamente esos cambios de fechas son consecuencia del COVID-19, que ha hecho que el año 2020 con esos cuatro guarismos matemáticamente agradables al iniciar el año, vaya a ser inevitablemente recodado por la pandemia, y ojalá que ese recuerdo esté estrictamente vinculado al año 2020 y no debamos ampliarlo a años venideros. Sin intención de caer en la frivolidad y siendo respetuoso con las múltiples tragedias personales que hay y habrá detrás de la pandemia, recomendaría que para dulcificar ese recuerdo de 2020 recurramos a la música y al LP de 1985 “20/20” de Georges Benson, donde el veterano cantante y guitarrista de Pittsburg, que todavía actúa en España cada año, deleita con 10 canciones antológicas.
También se cumplen este julio los 10 años del examen de la primera promoción del EFP (European Financial Planner) realizado en Barcelona. Se trata de la acreditación que se ubica en la cúspide de la pirámide de las certificaciones de EFPA España, por encima de EIA, EIP y EFA. No es una acreditación normativamente obligatoria para cumplir con las exigencias de MIFID II, siendo por ello una certificación voluntariamente obtenida por el acreditado, o propuesta desde las instituciones a sus trabajadores o colaboradores como meritorio reconocimiento profesional.
La planificación financiera es un conjunto de actividades de carácter organizativo, porque planificar es organizar, y organizar suele ser lo contrario de improvisar. Al pretender que la planificación sea integral, deben fijarse objetivos, plazos, presupuestos, así como medición y control de las decisiones tomadas y resultados obtenidos.
Sin ánimo de ser exhaustivo, la planificación financiera se ubica en los siguientes ámbitos generales y específicos:
• Gestión integral del conjunto de objetivos de la planificación financiera.
• Diseño de inversiones financieras e inmobiliarias en el contexto adecuado del binomio rentabilidad-riesgo según perfiles inversores.
• Planificación de la jubilación y de posibles cambios profesionales.
• Planificación fiscal integral.
• Optimización de la planificación sucesoria.
• Servicios de protocolo familiar en un contexto empresarial.
• Nacimiento de hijos, estudios o viajes para diferentes componentes de la familia.
• Planificación aseguradora.
• Planificación matrimonial y asunción de eventuales situaciones de divorcio.
• Planificación de la salud y cobertura médica.
• Cumplimiento de objetivos específicos de carácter económico, patrimonial y logístico.
Al cierre de 2019, la CNMV informaba que en España había aproximadamente 60.000 profesionales que poseían diferentes acreditaciones en cumplimiento de MIFID II, de los cuales cerca de 32.000 lo eran a través de EFPA España y de ellos 730 poseían la acreditación EFP (European Financial Planner). Y es precisamente esa cifra de EFPs, todavía baja respecto al total de acreditados en otras certificaciones financieras, debido a la dificultad y rigor de la acreditación y por ser más novedosa, que pone de manifiesto su potencial crecimiento en un contexto de mejora formativa y búsqueda de la excelencia profesional.
La planificación financiera suele desarrollarse a través de las siguientes organizaciones:
• Departamentos de banca personal y banca privada de entidades financieras.
• Empresas de asesoramiento financiero (EAF).
• Servicios de family office integrados en organizaciones jurídicas o de consultoría.
Desde hace años suena mucho el estribillo repetitivo que -la banca se encuentra en una situación de importante y permanente transformación-, lo que es una verdad incuestionable. En los últimos años se han observado reducciones muy importantes de los márgenes de intermediación, resultados reveladores de cifras bajas de ROA y ROE, contexto de gran dificultad para manejar balances con activos y pasivos a tipos de interés muy bajos e incluso negativos y, en definitiva, ello se ha traducido en reducción de efectivos laborales y cierre de oficinas, acompañado de importantes mejoras tecnológicas. Y precisamente por ello, el servicio de calidad diferenciada que se puede ofrecer en el ámbito de la planificación financiera va a seguir siendo un factor demandante de profesionales altamente cualificados, ya sea a través de las instituciones financieras actuales o con la aparición de nuevos participantes en el negocio, como pueden ser instituciones que irrumpan desde el sector tecnológico y con abundantes recursos financieros, sin olvidar a las compañías que desarrollan software aplicable a la planificación financiera y a empresas oferentes de determinados servicios fintech.
La planificación financiera es una profesión de presente, pero sin duda alguna también es una profesión de futuro, totalmente adecuada para profesionales con ambición legítima de desarrollar nuevas actividades de asesoría y planificación de prestaciones muy cualificadas, y por supuesto con la certificación acreditativa de dichas cualidades.
Pablo Larraga – EFP por EFPA España (1ª promoción) y Director del Máster en Finanzas del IEF